Hombres y mujeres escuchando una platica

1.4 Sonrisas en Buenavista

Capítulo:
Cuando nos sentimos parte de algo

El derecho a la ciudad es por tanto mucho más que un derecho de acceso individual o colectivo a los recursos que esta almacena o protege; es un derecho a cambiar y reinventar la ciudad de acuerdo con nuestros deseos (Harvey, D. s.f).

Buenavista es una de las localidades que ha tenido una transformación notoria los últimos años, aunque es un poblado pequeño y una gran parte de los que ahí viven son familia, esto no garantiza que todos se organicen o se conozcan.

Norma acude tres veces a la semana al nuevo salón de usos múltiples que está a un costado de la delegación a jugar lotería. Los lunes, los miércoles y los viernes se reúne un grupo de personas para jugar este tradicional juego.

Norma recuerda: Pues aquí sólo era un terreno baldío, era basurero, baño en los días de fiestas, y de todo lo que puedas imaginar, la delegada y nosotros apoyamos para mantenerlo limpio, pero llegaban las fiestas y pues se convertía en todo.

¿Cómo es posible que un espacio público tan habitado como lo es la plaza contemple un espacio de vacío, una nada simbólica? Esta pregunta era una espina inquieta que fustigaba las mentes de los consejeros y de los vecinos de la delegación desde hace tiempo. Por eso, cuando se conformó el consejo social de la delegación, nadie se aguantó en pronunciarla.

La primera solicitud que el consejo puso sobre la mesa con la ayuda de la delegada fue precisamente la construcción de un salón de usos múltiples. La búsqueda de un espacio que, aunque rayaba en lo privado, porque iba a tener puertas, cerraduras y una llave administrada por la delegada, daba la posibilidad de que fuera público en algunas ocasiones. Pero, a pesar de eso, un delegado es una figura híbrida hecha de ciudadanía y burocracia, por esta razón nunca estará desvinculado de su comunidad. La solicitud fue aprobada por parte del Consejo Municipal de Participación Ciudadana y de ahí se hizo posible la construcción del salón.

“Nos dio mucho gusto que el terreno fuera construido, al menos ya no iba a estar sucio, nos dijeron que iba a ser un salón de usos múltiples, no sabíamos mucho de eso, ni si podríamos hacer uso o no de él. Pero ahora conforme al uso vamos entendiendo cómo administrarlo” menciona Norma. Se organizaron varias actividades, entre ellas la lotería: “yo vengo aquí a reunirme con las demás señoras a jugar porque es un espacio para distraerme del ajetreo diario, es un momento para convivir y platicar cosillas que pasan en la calle y el momento que me doy a mí, a veces el juego se pone picoso porque ponemos un peso por carta, entonces quien gana el juego termina llevándose hasta 15 pesos por juego. No es gran cosa, ni se crea que es un casino de apuestas. sólo es una pizca de adrenalina”, continuó relatando Norma.

“Aunque al principio no había en que sentarnos, ni muebles, entonces se hizo otro proyecto de participación ciudadana para que se equipara el salón. Lo mismo hicimos pensando en la plaza, es muy grande, tiene amplios jardines y la loza hace juego con la fachada del templo, tampoco funcionaban al cien por ciento las luminarias por eso en el nuevo proyecto también las pedimos y resulta que sí nos aprobaron mesas y sillas de colores, bases para las lámparas y focos de tecnología nueva para la plaza principal. Y en un tercer proyecto, porque bueno, aquí no tenemos empacho, solicitamos que el andador que está al costado de la iglesia tuviera un área para niños. Porque nosotros los adultos ya nos apropiamos del salón, ahora buscamos algo para los niños, sobre todo para cuando salgan de la escuela. Entonces sucedió que instalaron un sube y baja, resbaladillas, ruedas giratorias y aparatos de ejercicio. Lo que yo digo ahora es que en Buenavista ya no tenemos ningún pretexto para no visitar el jardín, ahora lo que sigue es mantenerlo y cuidarlo. A ver si en otro proyecto conseguimos unas podadoras, pero bueno, eso ya es mucho pedir”, concluye Norma.

Buenavista ha sido ejemplo de la reconstrucción de la ciudad en manos de la organización de los ciudadanos, pese a que al inicio no había ninguna alianza, la primera acción fue, que los ciudadanos votaron para tener una representación a través de la delegada, después la organización social a través de consejos y en conjunto buscar recuperar el terreno baldío. De ahí que lo demás viniera con el afán de crear el pueblo deseado, con el mismo anhelo que cada uno va construyendo su casa. Entonces, con este ejemplo se puede decir que transformar un espacio y adaptarlo al esquema de sentimiento de la vida diaria es tener derecho a la ciudad.

ACCIÓN

Construcción del salón de usos múltiples a un costado de la delegación, entrega de mobiliario e instalación de juegos infantiles en la plaza principal de la localidad. Estas acciones contaron con una inversión de 600 mil pesos.

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