niños jugando fútbol en una cancha

4.1 Cosas que hacen los niños para jugar fútbol

Capítulo:
Para crear una mejor versión de lo que tenemos

Miguel tiene 8 años, juega fútbol, pero no siempre tiene la condición necesaria para salir triunfante en los equipos de la liga junior de San Sebastián el Grande. Gael tiene un hermano aficionado al Bayer Leverkusen y ha entrenado en algunos equipos, una vez trabajó en los campos de fútbol ejidal como entrenador de una de las ligas minis del Atlas, él les dijo que podía entrenarlos y se le ocurrió que el equipo se llamara Bayer Leverkusen.

Los niños de Rinconadas de San Sebastián o “fondo de bikini” como se le conoce popularmente al fraccionamiento (la mayoría de sus calles llevan nombres de moluscos, peces y animales marinos), desean que el parque se convierta en una cancha de fútbol para poder entrenar y mejorar en la liga.

El asunto no es sencillo, porque a los vecinos les molesta que los niños jueguen fútbol y que las pelotas choquen con sus paredes. Otro problema es que los sábados por la mañana y hasta medio día todo el parque y el área de la cancha están ocupados por las actividades de catequesis de la parroquia de San Sebastián Mártir.

¿Cómo conseguir que un terreno pedregoso y en malas condiciones se convierta en una cancha? preguntaba frecuentemente Miguel a Gael. Raúl, otro miembro del Leverkusen de Rinconadas de San Sebastián, conoce a la vecina que es presidenta de consejo social del fraccionamiento y convenció a los miembros del deportivo que fueran con Paty y le explicaran la necesidad de la cancha para que hablara con los papás y les externara la importancia de rehabilitar el parque con una cancha de fútbol, considerando lo complicado que es trasladar a todo el equipo a entrenar hasta la unidad deportiva a las afueras del pueblo, casi llegando a Santa Anita. Si ocurre lo de la cancha, el equipo está dispuesto a pintar las paredes que rodean el espacio y a colocar en una de las bardas el logotipo del equipo, porque Jorge (el entrenador y hermano de Gael) perfeccionó su técnica de dibujo en un curso del INDAJO.

Paty se reunió con el consejo social, donde hablaron sobre la inquietud de los niños, sobre todo sorprendidos por la insistencia y la astucia que tuvieron para hacer la petición.

Los vecinos y el consejo consensuaron que había que modificar la cancha y permitir que los niños jueguen ahí, pero con la condición de que exista un horario y que la cancha tenga iluminación y una malla ciclónica para evitar los pelotazos. Los adultos cedieron, pues de cualquier manera los pelotazos ya existían, lo mismo el equipo, lo mejor que se podía hacer es generar condiciones y regular el juego y los horarios. Sin embargo, se vieron desolados al no tener la posibilidad para costear el cemento, la malla y demás cosas que se necesitan para hacer la cancha.

Recurrieron a Claudia, coordinadora social de participación ciudadana, quien les apoya con las gestiones y actividades del consejo. Le platicaron su inquietud y ella les respondió que existía una manera de fondear el proyecto, por medio de las acciones sociales del presupuesto participativo. Lo único que necesitaban era llenar un formato y exponer los motivos para la construcción de la cancha, pero sobre todo esperar a que el Consejo Municipal de Participación Ciudadana hiciera la selección de proyectos, y en una de esas, por la buena suerte y el buen convencimiento de los argumentos, el proyecto podría ser financiado. Así fue, en la rueda de prensa, el Consejo Municipal de Participación Ciudadana mencionó el proyecto de Rinconadas de San Sebastián.

Esa misma tarde el Leverkusen de Rinconadas de San Sebastián recibió la noticia, los niños reunieron a todo el equipo y propusieron ideas para diseñar su logotipo y pintarlo en una de las paredes. Unos días más tarde recibieron donaciones de pintura, brochas y pinceles por parte de los vecinos, pintaron el mural y luego blanquearon las demás bardas. Sucedió también que llegó un equipo de personas que iban de parte del Gobierno de Tlajomulco y preguntaron al Leverkusen y a los demás vecinos las necesidades en torno al espacio público; hicieron un mapa que registraba las emociones que tienen los ciudadanos en torno al parque y al fraccionamiento, se fijaron sobre todo en las emociones rojas, que son las del peligro y luego en las amarillas que son las de la felicidad. Luego al ver el producto final el mapa tenía una mezcla de felicidad y sentimientos de inseguridad situados en el parque. ¿Cómo es que ocurría miedo y felicidad en un mismo espacio? Un problema digno para un situacionista o un psicogeógrafo. El reto consistía en generar un espacio que tuviera efectos en los sentimientos de las personas para que las manchas amarillas suplantaran a las rojas.

Al final lo que resultó fue una cancha rectangular, con una extensión para colocar una canasta de básquet y dos hoyos en medio de ella para que no sólo jugara ahí el Leverkusen, sino también quienes gustan del voleibol y del basquetbol. Alrededor de la cancha se colocó una malla y luminarias con un cartel que contenía el horario de usos del espacio; para el adorno y decoro de la memoria de la comunidad se hizo un mural con ballenas, peces y un tesoro, pues una comunidad organizada que escucha a todos sus miembros, sin importar la edad, siempre será un tesoro, por eso es bonito ser de fondo de bikini.

ACCIÓN

Construcción de una multicancha en el fraccionamiento Rinconadas de San Sebastián con una inversión de 250 mil pesos.

El espacio es una materia social que lleva dentro no sólo metros, sino valores, normas, pensamiento y sentimientos (Fernández, P. 2005)

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