5.3 Autodefensas en Chulavista
La nota apareció en las primeras planas de los diarios, eran los primeros días de noviembre. Los semáforos preventivos se encendieron dentro del gobierno. ¿Será Cherán?, ¿autodefensas?, ¿tierra caliente?, la interpretación de los hechos y los rumores daban a entender que lo que estaba pasando en Chulavista era el nacimiento de autodefensas y con ello el principio de la ruptura del Estado de Derecho en el Municipio.
A la Coordinación de Participación Ciudadana y Construcción de Comunidad se le encomendó buscar a los vecinos y platicar con ellos; además de hacer todo lo posible por desarticular la endeble organización.
Los vecinos al enterarse de lo que pretendía el gobierno decidieron invitar a los funcionarios responsables al operativo. La convocatoria sería el parque de la etapa tres, bajo la luz de la lámpara y el silencio de una noche en el valle. El primer diálogo comenzó con una demostración de hechos. Los vecinos querían que los funcionarios antes de emitir un juicio o reforzar los rumores periodísticos caminaran con ellos y vieran de qué se trataba lo que estaban haciendo.
De repente Laura le dijo a José que fuera y encendiera su alarma, sonó la primera, luego al fondo se escuchó otra, y después tres más. Cuando se formó un unísono aparecieron todos los vecinos, con reflectores y vestidos en pijama. No se podía creer cómo el sonido podía congregar a la mayoría de la gente en las calles principales de la etapa.
Comenzó el recorrido y se explicó que cada noche al sonar la alarma comenzarían los recorridos nocturnos. Algunos vecinos formaban un grupo de voluntarios para velar el sueño de los demás. Cuando la situación se convirtiera en una atmósfera de peligro, entonces sonarían más alarmas y se encenderían reflectores y lámparas LED, que alumbrarían la oscuridad para ver todos los pliegues.
Después de esta demostración de hechos, al momento del segundo diálogo en el parque, ya rondando las 3 de la madrugada quedó asentado que lo que había ahí era una organización vecinal que con la ayuda de alarmas y luces protegían la seguridad del vecindario, pues a los ladrones les gusta hurgar en lo oscuro y en el silencio de la noche. Así, la respuesta no eran las armas, sino el sonido y la luz, pues el antídoto del robo y la inseguridad siempre será el sonido y la luz.
Este proyecto consistió en la entrega de lámparas LED, de mano y fijas, bocinas de alarma con botón de pánico y pintura, para la etapa 2 del Fraccionamiento Chulavista, con una inversión de 200 mil pesos.
